Kuroyukihime, llamémosla pues Yukihime, caminante por la calle con la típica maleta de la escuela y uniforme escolar, dirigiéndose pues a la casa de al que tanto quería, Haru. Ese chico era muy especial para ella, así que en esa tarde tan naranja que se volvía a poner azul marino pasaría algo interesante entre los dos.
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